Es genial poder tener una estabilidad emocional, tener un día mejor que el otro, de decir ¿cómo YO podía estar mal? ¿cómo YO me entristecía? ¿cómo YO? ¿Cómo se llora? me olvidé por completo, y cuando te lo preguntás las lágrimas de risa y de felicidad empiezan a caerse y ese es el único recuerdo que te queda de como los lagrimales entran en 'funcionamiento'. Es buenísimo ver todo desde otra perspectiva totalmente distinta, te sentís fresca, te sentís fuerte y te sentís por encima, por sobretodo de los sentimientos que alguna vez hayas encontrado.
Ahora cuando en un segundo tu vida hace un 'click' y no es el 'click' bueno de los que todos los psicologos o psicoanalistas decerebrados te quieren hacer creer que va a cambiar por completo tu vida (no lo hace). Es un click rápido, instántaneo, casi intangible, pero que te marca de la peor manera, te tira a la basura toda esa estabilidad que te hacía sonreir. Si, volvés a sentir lo que por meses no habías sentido y te ahoga, sentís una soga en el cuello que cada vez te aprieta más y más fuerte sin dejarte respirar, sin dejarte ver un montón de cosas. Tornando todo en un color desagradable. Sólo querés salir, no querés volver, el mundo se te hace un signo de pregunta, al que no le encontrás respuesta, buscás, buscás y cuando estás apunto de rendirte, encontrás la única manera de salir, o eso es lo que creés.